Hidratando la piel de la cara

Bueno, ayer me tomé una hora para dedicármela, y lo que conseguí al final de ese tiempo que me dediqué, fue asustar a mis hijos, a que es extraño esto que te cuento, pero una imagen vale más que mil palabras...

El tema, es que ayer decidí teñirme el pelo (si, tengo canas, y lo necesito), pero además me pringue la cara. Me animé a probar una de las mascarillas que vi en el blog Pompas de ideas, que por cierto ya tienen segunda parte de mascarillas aquí, tengo que probar alguna más, pero la que probé ayer fue la de espinacas que sirve para hidratar el rostro.

Se cortan las espinacas, y se les añade un chorrito de agua, y se trituran. Una vez que se trituran y se escurren, se les añade dos cucharadas de leche de soja. 

Y este fue el motivo por el que mis hijos sintieron miedo. Entre el pringue del pelo, y el pringue de la cara, no me reconocían, sobretodo el pequeño, no veas como lloraba cuando me vio. 


Pero bueno una vez quitado todo el pringue, tengo la cara suavina, así que es una mascarilla que volveré a usar, pero cuando esté sola en casa, sin los peques por aquí.

Si te animas a probar alguna de las mascarillas que proponen en Pompas de ideas, me lo cuentas, así comparamos experiencias.

Saludines y buen día...